De acuerdo al Reglamento 1223/2009 sobre Productos Cosméticos y la ISO 22716:2008, por la que se regulan las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF):
Aseguran que los productos cosméticos se fabriquen de forma uniforme y controlada.
Son normas de calidad adecuadas al uso que se pretende dar a los productos conforme a la normativa exigida para su comercialización.
Tienen por objeto principal disminuir los riesgos inherentes a toda producción